febrero 23, 2014

Día 5.

Jamás pensé que sería así…

Jamás imaginé que llegaría hasta el principio del fin…

Después de un largo camino, donde lo que se quedó detrás de mí, dejó de existir… y donde sólo podía ver mi presente. Mi silencio, es la razón, por la que los demás, aún creen tener conocimiento de mí. No, yo no pasé página, porque nunca hubo un libro, y si lo hubo… quemé página a página, de principio, hasta la actual. No soy ningún capítulo, ni serás nada, en mis memorias, porque yo camino sobre el olvido. Me reescribo, cada noche de insomnio que todos habéis dormido, y yo, apenas he conseguido, mantenerme tendido.

No lucho, contra mi cuerpo, no lucho, contra mis lágrimas… ni siquiera, lucho por nadie, tan sólo espero, que alguien, luche por mí. No, es, que lleve la vida por mí, sino, que la salve, que salve mi vida.

Pero vivo encerrado en silencio, lleno de ganas de gritar, y como la impotencia puede con mi paciencia, hasta ser la ira, que tal vez no quieras escuchar. Este lobo, nunca fue gato. Los odio, en realidad. Y cometisteis el error, de creerme perro. Pero, todo esta, fuente de sentimientos, no llevan, sino al camino de la desilusión y a la incapacidad por encontrar un sentido.

Da igual, pero yo seguiré buscando, MIL formas de sentirme VIVO.

febrero 01, 2014

Día 4.

Y el tiempo es pasar, para pensar, en los pasos que hemos de dar. Escribir cada noche, es peso de mi realidad, que me maltrae aquí para dejar el suspirar y poder dormir una noche más. No es verdad, que no quiera dormir, o no pueda, no es verdad que una preocupación sea la preocupación que me mantiene con los ojos abiertos, es cierto, tengo la solución a mis problemas, pero yo no puedo… en cierto modo sí, pero, a cambio de cuánto pierdo, y no es peso suficiente para dejar de ser quién soy, y desaparecer sin más textos. Espero, calmado, aunque a veces pierda los nervios, me muera por dentro, un grito en mi cabeza mande todo al cuerno, y quiera tenerlo, ya, sin importar cuánto pierdo.

Pero es, el peso de la lógica sobre la ilógica, los latidos contra neuronas, lo que me lleva a despojarme de mis neuronas y cambiarlas por latidos que no perdonan… no puedes llevar la reacción de tu vida por un sentimiento, porque a veces, es jugar todo a un número que no está en la ruleta… otras en cambio, es como si te arrepintieras toda tu vida si dejaras escapar esa ocasión.

Supongo que estoy sobre el tercio de mi vida, donde te replanteas esas cosas al cuarto día, y donde quieres empezar a mover las piezas importantes del tablero porque tienes a todos los peones estancados y sin posibilidad de avanzar. Es el momento de perder piezas importantes del tablero, y ver, si las demás piezas responden en el juego de tu vida.

Si todo ocurre como he de pensar… perderé piezas que no creería perder, y veré si las piezas que debieron quedar, son las que quedan al final.